Pili en Venecia. Capítulo 2º

Ayyyyyy, que ya han pasado dos semanas y tengo esto abandonaito. Es que ha sido un no parar...Fue empezar a trabajar el viernes 4 en el museo y desde entonces sólo he tenido dos días libres.

Bueno ya habréis ido leyendo en Facebook mis experiencias trabajando: poliglota, polifacética y niños por doquier. Trabajos que desarrolla Pili en el museo:
-Vigilar salas: esas manos quietas.... Se mira pero no se toca (asignatura pendiente en el público)
-Vender entradas. Ay franceses míos de mi vida y de mi corazón, qué mal rato nos hacéis pasar...
-Audioguías: cri, cri...cri, cri...
-Preparar las salas: aquí les ponen pijamas (sí, sí, se les llama así) a algunos cuadros. Muy "cuqui" todo.
-Talleres infantiles: Veinte niños italianos a la vez, con TIJERAS volando por todos lados. Es en estos momentos cuando uno realmente aprecia el "progresa adecuadamente/o no en tijeras" en la guardería. Sin duda, la asignatura más importante para que los niños (y los profes) conserven todos sus dedos y ojos.
-Guía:Ya he hecho un tour de hora y media con veinte niños de trece años (vamos allá pubertad y hormonas on fire) mitad en inglés, mitad en español. Los próximos serán más cortitos.

La verdad es que lo de tener miles de niños todo el tiempo en el museo es MUY estresante: corren, gritan, tocan, se apoyan en las esculturas... Cuando aparecen niños en las salas del museo uno tiene que digievolucionar en MacGyver y tener ojos hasta en la nuca. Hace semana y media  fue bastante gracioso cuando Pili estaba, tranquilamente, haciendo un dibujillo en el Puente de la Academia. Este es el dibujo que hice:


Como veréis, está un poco a medias. Lo cual no significa que fuera a posta, si no que cuarenta pre-puber no me dejaron terminarlo. Puente tranquilo, por la tarde, luz preciosa, sonando un acordeón, dibujando....PAZ. Cuando de repente llegan hordas y hordas de niños que pensaron que el sitio donde estaba yo era el mejor para arremolonarse hacer fotos, etc. Cuando una es pequeña como Pili, y las hormonas de los niños alteradísimas se da la siguiente situación: Pili empieza a desaparecer  bajo lo que le viene encima, los niños la empujan, por ambos lados, etc. Vamos que me hicieron la táctica de los bares de meter el codo para poder pedir una coa. En este caso, en vez de copa, era para hacer una foto. Total, que Pili decide irse a otro lado del puente, ¡¡ha encontrado medio metro de barandilla libre!! No pasaron ni treinta segundos, que los mismos niños de antes se desplazan a la derecha diez metros para repetir la escena. Ay Señor. Conclusión: dibujo a medias.

Estos son los demás dibujos que hice en mis días libres y ¡¡sin niños!!



La historia de este dibujo del Ponte Rialto es graciosa. Resulta que a ambos lados del Gran Canal está todo repletito de restaurantes con la terracita de rigor. Pues no os creáis que fue fácil encontrar un lugar desde donde se pudiera ver el puente enterito para poder pintarlo. El sitio era la esquinita de un restaurante, total que ahí me puse. Y los quince minutos que estuve haciendo el dibujín, un corro de camareros me rodearon para ver cómo lo hacía. Iban y venían para ver el proceso. Ahí que acabé enseñándoles todo el cuaderno y ellos entretenidísimos. :)


 (Parte de la fachada de San Marco está cubierta por restauración, así que es un poco caca).


Esta es mi segunda casa, o más bien la primera, porque mucho más tiempo aquí que en mi casa: ¡¡El Museo Peggy Guggenheim!!! (Cuando se vigila la sala que da al Gran Canal, tienes un walkie-talkie para que, en caso de que llegue un barco o una gondola, digas "Taxi in arrivo" o lo que sería la repanocha ¡¡¡¡"Góndola in arrivo!!!!".


Ayer conocí en el museo a una pareja ya mayor de alemanes sumamente adorables. En las taquillas primero el hombre me preguntó si yo era irlandesa o escocesa (Oh yeah!!). Después, ya cerrando el museo, me tocó "invitarles" a abandonar el museo, así que mientras que su mujer entraba al baño, el hombrecillo y yo nos quedamos de charreta. Cinco minutos que bastaron para que el hombre me informara de todas las cosas que no le habían gustado del museo y que cuando yo tuviera mi propio museo debía tener en cuenta. Muy adorable. No acaba aquí la historia, sino que cuando el hombre entró también al baño, al salir, sale pensativo, mirando al suelo, y me dice "ah sí, y otra cosa que tienes que poner en tu museo son bancos para sentarse y así poder contemplar las obras." Media vuelta y directo a la salida. Pues nada, ahora tengo que hacer un museo. :)

Otro momento memorable en el museo fue cuando en la sala de Jackson Pollock, una pareja italiana se me acerca y delante de este cuadro (titulado "Circuncisión") me dicen que, por favor, les explique dónde se ve la circuncisión porque ellos no la encuentran por ningún lado. Bueno...esa es la cosa de la abstracción, y más del expresionismo abstracto... Cualquiera les dice que el título se lo puso la mujer de Pollock, mucho después de que el cuadro ya estuviera terminado, ejem.



Pues eso ha sido todo por hoy. A ver si no tardo tanto en hacer la próxima publicación. Que disfruten ustedes de la Semana Santa.

Baci & Abracci.










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